jueves, 6 de octubre de 2022

 2.  Realizar un ejercicio investigativo e incluir el RAE del tema elegido por el grupo incluyendo 3 artículos, uno de ellos debe ser en inglés.

Definición de Dislalia

La dislalia es un trastorno del habla de los fonemas. Por ello, se manifiesta con una incapacidad de articular ciertos fonemas o grupos de fonemas. Esto, es debido a malformaciones en los órganos que intervienen en el habla y el lenguaje.

Por otro lado, vemos que s un trastorno del aprendizaje que debe ser tratado de forma temprana. El objetivo, es evitar que pueda derivar en un bajo rendimiento académico. Afortunadamente, los ejercicios de dislalia específicos dirigidos por un logopeda con el apoyo de los padres dan buenos resultados en muy poco tiempo.

Además, y de forma frecuente, la dislalia más común se trata de una dislalia transitoria. Por otro lado, los errores más comunes presentados por las personas con dislalia se caracterizan por:

  • La presencia de omisiones.
  • Por sustituciones o distorsiones.
  • Las consonantes más afectadas son r, s, l, k, z y por último la ch.

Si tu hijo omite, sustituye o invierte fonemas, es conveniente que acuda a un logopeda infantil para averiguar el origen de esta dificultad. Además, el logopeda le ayudará para aplicar el tratamiento adecuado.

Causas de la Dislalia

Son muchos los factores a considerar a la hora de definir las causas de la dislalia de una persona. Sin embargo, la definición de la causa es fundamental para un posterior tratamiento especializado. Ya que esta intervención va a variar según sea el origen del problema.

Las causas de la dislalia son varias, ya que este trastorno tiene un origen multifactorial. Además, la evaluación de las dificultades del lenguaje se realiza a través de la observación de la conversación espontánea. Por tanto, se deben tener muestras del lenguaje en diferentes situaciones. En definitiva, las causas son múltiples y son las siguientes:

 

  • Las causas orgánicas. Cuando existen alteraciones en alguna función orgánica determinada.
  • Falta de comprensión o discriminación auditiva. Se presentan dificultades para diferenciar algunos sonidos concretos.
  • Causas ambientales. Vivir en un ambiente que no favorezcan la fluidez del lenguaje y la comunicación.
  • Falta o disminución de la audición: una correcta articulación requiere una buena audición. Por lo tanto, si la audición falla, dificulta la adquisición del lenguaje y el desarrollo del mismo.
  • Causas psicológicas. Este tipo de causas se dan cuando un aspecto de carácter psicológico influye en la aparición de la dislalia. Generalmente, podemos encontrar trastornos de tipo afectivo, efectos de la inadaptación familiar, traumas, etc.
  • Factores genéticos. Otra de las causas de la dislalia se encuentra en los factores hereditarios.
  • Dificultades en la percepción de espacio y tiempo. La persona también presentará problemas para percibir los movimientos necesarios para producir un sonido.

Dislalia infantil

La dislalia infantil, es un trastorno en la articulación de los fonemas. Por ello, es el trastorno del lenguaje más común en los niños. Sin embargo, es el más conocido y el más fácil de detectar. Suele presentarse entre los tres y los cinco años, con alteraciones en la articulación.

Por otro lado, la dislalia infantil evolutiva es la que tiene lugar en la fase de desarrollo del lenguaje infantil. Por ello, en esta etapa el niño no es capaz de repetir las palabras que escucha y lo hace de forma incorrecta. Además, existen varias fases dentro del desarrollo del lenguaje del niño. Terminan cuando el niño ha aprendido a pronunciar correctamente cada fonema.

Tipos de dislalia

A continuación, os mostraremos los diferentes tipos de dislalia que hay. Dentro de este trastorno encontremos ciertos tipos que se caracterizan por la capacidad de articulación de fonemas.

Además, es necesario tener en cuenta que la pronunciación de los fonemas se altera de formas distintas. Los tipos de dislalia varían dependiendo del autor, ya que existen muchos tipos de clasificaciones de las dislalias. Nosotros hemos mezclado la de Pascual (1988), de Aguilar-Valera (2017) y de Hernández y Rubalcaba (2017). Los tipos de dislalia son los siguientes:

  • Dislalia Evolutiva o Fisiológica. Suele desarrollarse en el niño en el período infantil. Generalmente, el niño no suele ser capaz de repetir por imitación las palabras. Por ello, lo hace de forma incorrecta fonéticamente. Además, suele presentarse alrededor de los 4 años de edad en el niño.
  • Dislalia Funcional. La dislalia funcional se produce por un defecto en la articulación del habla. Además, es originado por un funcionamiento anormal de los órganos periféricos del habla. Generalmente, es la dislalia que suele ser más frecuente en los niños.
  • La Dislalia Audiógena. Suelen estar relacionadas con las dificultades en la audición. Además, si el niño no escucha correctamente, se puede ocasionar una mala articulación y comunicación.
  • Dislalia orgánica. Las dislalias orgánicas son producidas por lesiones anatómicas en los órganos que intervienen en el habla. Generalmente, los niños utilizan con mayor frecuencia la sustitución, la omisión o la distorsión del sonido que se espera pronunciar.
  • Dislalia mixta. Es la que suele presentar de forma simultánea dos o más tipos de dislalia que hemos visto en los puntos anteriores.

Por último, vamos a desglosar cada tipo de dislalalia en los siguientes párrafos para que queden mejor explicadas dentro del contexto de la logopedia.

Dislalia evolutiva o fisiológica

La dislalia evolutiva se explica de la siguiente manera. Por un lado, ara articular correctamente los fonemas de un idioma se precisa una madurez cerebral y del aparato fonoarticulador. Además, existe una fase en el desarrollo del lenguaje en la que el niño no articula o distorsiona algunos fonemas. Por ello, a este trastorno se le llama dislalia evolutiva.

Este tipo, suele producir cierta angustia en algunos padres. Además, los padres creen ver en la dislalia evolutiva un síntoma de retraso. Por ello, la mejor intervención es convencer a la familia para que dejen esos malos hábitos. Si tu pregunta es ¿cuándo llevar a un niño al logopeda?, nosotros te recomendamos hacerlo lo más rápido posible con esta patología.

Dislalia funcional

La Dislalia funcional, se presenta cuando el niño no logra utilizar correctamente los órganos articulatorios. Sin embargo, puede no existir ningún problema orgánico de base. Por ello, este trastorno se puede deber a un escaso control de la psicomotricidad fina. Ya que, para articular algunos sonidos, es necesario cierto grado de habilidad motora. Esto se puede observar sobre todo en el caso de letras como la “l” y la “r”, que son las últimas que el niño aprende. 

Además, puede estar causada por una estimulación lingüística deficitaria, bilingüismo o como resultado de un trauma. Esto, provoca que el niño se quede anclado a una etapa del desarrollo anterior.

Dislalia orgánica

La dislalia orgánica, hace que el niño tenga dificultades para articular determinados fonemas por problemas orgánicos. Por ello, se presenta en los niños cuando presentan alteraciones en las neuronas cerebrales. También, se muestran cuando tienen alguna malformación o anomalías en los órganos del aparato fonador.

Además, en ese caso de tipo de dislalia, cuando el problema se halla a nivel cerebral se les denomina disartrias y cuando afecta los órganos del habla se conoce como disglosias.

Dislalia audiógena

La dislalia audiógena está causada por una deficiencia auditiva. Por ello, el niño que no oye bien y no articula correctamente. Además, confundirá fonemas que ofrezcan alguna semejanza al no poseer una correcta discriminación auditiva. En resumen, a este tipo de alteración se le define como dislalia audiógena.

El deficiente auditivo presentará otras alteraciones del lenguaje, fundamentalmente de la voz. Además, el estudio de su audiometría nos dará la pauta sobre la posible adaptación de prótesis. Por ello, la intervención irá encaminada básicamente a aumentar su discriminación auditiva, mejorar su voz e implantar los fonemas que no ha podido adquirir.

Dislalia fonológica

La dislalia fonológica es un tipo que se produce por una alteración en la percepción y organización auditiva. También, se produce una alteración en la programación de los sonidos que forman las palabras. 

Por ello, la dislalia fonológica produce errores en la producción y articulación de fonemas, a consecuencia de una discriminación auditiva no funcional. Por lo tanto, las alteraciones más comunes son las dificultades en el análisis temporal de fonemas dentro de una secuencia. Además, se omiten sílabas y fonemas provocando dificultades en la producción espontánea. Por último, existen alteraciones del orden de los fonemas y de las sílabas.

Dislalia y disglosia

La diferencia entre dislalia y disglosia queda explicada a continuación. Por un lado, a la dislalia se le conoce como el trastorno en la articulación de los fonemas. Y, por otro lado, la disglosia es una variedad de dislalia. La disglosia está producida por motivos orgánicos al existir lesiones físicas o malformaciones en los órganos periféricos del habla.

La disglosia, dependiendo del órgano afectado puede ser disglosia labial, disglosia mandibular, disglosia dental, disglosia lingual y disglosia palatal. Además, cada una de esas disglosias requieren diferentes intervenciones.

Dislexia y Dislalia

La diferencia entre dislexia y dislalia es la siguiente. Por un lado, tenemos a la dislexia, que es una dificultad de aprendizaje de la lectoescritura. Es decir, es un trastorno que se manifiesta como una dificultad para la adecuada distinción y memorización de letras o grupos de letras. También, es un trastorno que presenta una falta de orden y ritmo en la colocación y estructuración de las frases. Además, afecta tanto a la lectura como a la escritura. Por ello, este trastorno suele ser el más frecuente, con una prevalencia en la población escolar que oscila entre el 5% y el 10%.

Por otro lado, la dislalia es un trastorno del habla que consiste en la incapacidad para pronunciar correctamente los sonidos. Además, este trastorno suele presentarse entre los 3 y los 5 años y supone el trastorno del habla más común entre los niños.

Tratamiento

Es necesario enfocar el tratamiento en un sentido en el que el niño pueda corregir más fácilmente las alteraciones que presenta. Por ello, se requiere conseguir una maduración neurológica y psíquica.

Si el trastorno es muy grave estos problemas pueden dar origen a trastornos del habla y del lenguaje. Por ello, cuanto más precozmente se inicie el tratamiento el pronóstico será mucho mejor. Además, vital no confundir la dislalia funcional con la evolutiva como hemos mencionado anteriormente.

Por lo tanto, si no se atiende debidamente, el defecto persistirá en el tiempo. Además, no tratar la incorrecta pronunciación, puede suponer un entorpecimiento el desarrollo psíquico del niño.

Por consiguiente, el tratamiento de la dislalia requiere la colaboración de los padres. El logopeda pude encargarse también de ayudarlos para que comprendan cómo pueden contribuir positivamente en el niño.

Tipos de tratamiento de la dislalia

Hay diferentes tipos de tratamientos de la dislalia. Por ello, antes de iniciar un tratamiento hay ver qué aspectos no han adquirido el desarrollo adecuado. En definitiva, el tratamiento siempre será de forma individualizada. Esto, es algo que mantenemos de forma primordial en nuestro Centro de Logopedia en Madrid.

Por lo tanto, Podemos encontrarnos con dos modalidades de tratamiento diferentes:

  • Tratamiento indirecto: los ejercicios de dislalia están destinados a la mejora de las funciones que inciden en la expresión del lenguaje oral. Por ello, este tratamiento se encarga de aspectos tan variados como la respiración, psicomotricidad, percepción y discriminación auditiva, agilidad de los órganos del habla, etc.
  • El tratamiento directo: los ejercicios tienen por objetivo conseguir una perfecta articulación y su automatización en el lenguaje espontáneo. Por ello, los ejercicios de articulación son individuales y se hacen frente al espejo.

Ambos tratamientos de la dislalia seguirán un desarrollo paralelo. Por ello, se comenzará por el indirecto. Y a continuación, se continuará a la vez el tratamiento directo.

Ejercicios

Existen algunos ejercicios de dislalia que se pueden llevar a cabo mediante juegos. Por lo que esto, ayudará en gran medida a los niños involucrarse en el tratamiento. El logopeda infantil será capaz de conseguir que el niño articule los sonidos de la forma correcta.

Además, los logopedas, realizarán una evaluación al inicio y programará las sesiones correspondientes en las que podemos ver algunos de los siguientes ejercicios para la dislalia:

  • Meter y sacar la lengua y mantenerla en posición recta.
  • Sacar la lengua y tratar de tocar la nariz con ella.
  • Intentar sacar la lengua en forma de tubo.
  • Inflar las mejillas y mover la lengua dentro de la boca a ambos lados.
  • Sacar la lengua e intentar realizar sonidos de trompeta con ella.
  • Colocar chocolate en la parte inferior y superior y retirar con la lengua.
  • Soplar bolitas de papel y plumas.
  • Jugar con bolitas de papel soplando de un sitio a otro.
  • Hacer burbujas con pomperos y pajitas en líquidos.
  • Realizar ejercicios con los depresores linguales para fortalecer y masajear la lengua, etc.

Las sesiones de logopedia en las que el niño trabajará con estos ejercicios serán muy intensas. Además, le servirán para aprender a articular los sonidos y las palabras completas de forma correcta. Pero una vez que esos sonidos se aprenden, se debe seguir trabajando fuera de la terapia. Es decir, en su vida cotidiana ya que tanto padres como profesores debemos apoyar esta terapia con los ejercicios de dislalia que correspondan.

Dislalia ejemplos

Cuando a un niño le diagnostican este trastorno, se nota que es incapaz de pronunciar correctamente los sonidos del habla. Estos, son vistos como normales según su edad y desarrollo. Sin embargo, un niño con dislalia suele sustituir una letra por otra, o no pronunciar consonantes.

Ejemplo de dislalia: dice mai en lugar de maíz, y tes en vez de tres.

Por ello, cuando el bebé empieza a hablar lo hace emitiendo los sonidos más simples, como el de la m o de la p. A continuación, el bebé comenzará a pronunciar sonidos cada vez más difíciles, lo que exigirá más esfuerzo de los músculos y órganos fonadores.

Es importante incidir en realizar ejercicios para evitar estos ejemplos de dislalia. Es habitual, que las primeras palabras de un bebé, presenten errores de pronunciación.

Otro ejemplo: el niño dirá aua cuando pida agua, o tete cuando quiera el chupete.

Por ello, los bebés simplificarán los sonidos para que les resulte más fácil su pronunciación. Sin embargo, cuando el bebé adquiera más habilidades su pronunciación será más fluida. Finalmente, cuando este proceso no se realiza con normalidad, estaremos hablando de ejemplos de dislalia.


Bibliografía

  • Equipo de Expertos de la Universidad Internacional de Valencia https://www.universidadviu.com/que-es-la-dislalia-de-l-y-como-corregirla/
  • Artigas, J., Rigau, E., y García, K. (2008). Trastornos del lenguaje. AEP: Protocolos de actualización, 24, 178-184.
  • Hurtado, M.J. (2009). Trastornos del lenguaje. Innovación y experiencias educativas, 16, 1-11.
  • BUSTO MARCOS, M.C. (1998): Manual de logopedia escolar. Madrid: CEPE.
  • BUSTOS, I. (1984): Discriminación auditiva y logopedia. Madrid: CEPE.
  • PASCUAL, P. (1988): La dislalia. Madrid: CEPE.
  • PASCUAL GARCÍA, PILAR. Tratamiento de los defectos de articulación en el lenguaje del niño. Cisspraxis S.A.
  • Moreno, R., y Ramírez, M.Á. (2012). Las habitaciones de la dislalia. ReiDoCrea, 1(5), 38-45.
  • Rivera, C. (2009). Intervención con alumnos que presentan dislalias. Innovación y experiencias educativas, 14, 1-9.
  • Zamora, S.D. (2008). Dislalia en educación inicial: estrategias para el uso del docente. Universidad del Azuay.



domingo, 2 de octubre de 2022

Cuadro sinóptico lóbulos corticales

 


El sistema límbico

 EL SISTEMA LÍMBICO




El sistema límbico es una de las redes de neuronas más interesantes e importantes a la hora de estudiar el comportamiento humano, ya que es una de las partes del cerebro con un papel más relevante en la aparición de los estados de ánimo.

Es por eso que a veces es llamado "el cerebro emocional". Pero... ¿Qué es exactamente el sistema límbico y cuáles son sus funciones?

¿Qué es el sistema límbico?

El sistema límbico es un conjunto de estructuras del encéfalo con límites difusos que están especialmente conectadas entre sí y cuya función tiene que ver con la aparición de los estados emocionales o con aquello que puede entenderse por "instintos", si usamos este concepto en su sentido más amplio. El miedo, la felicidad o la rabia, así como todos los estados emocionales llenos de matices, tienen su principal base neurológica en esta red de neuronas.

Así pues, en el centro de la utilidad del sistema límbico están las emociones, aquello que vinculamos con lo irracional. Sin embargo, las consecuencias de lo que ocurre en el sistema límbico afectan a muchos procesos que, teóricamente, no tenemos por qué asociar con la cara emotiva del ser humano, como la memorización y el aprendizaje.


El sistema límbico en el aprendizaje

Hace más de 200 años, un filósofo inglés llamado Jeremy Bentham, uno de los padres del utilitarismo, propuso la idea de una manera de calcular la felicidad basándose en una clasificación de criterios para diferenciar el dolor del placer. En teoría, a partir de este cálculo podríamos saber lo útil o poco útil de cada situación, dependiendo de lo feliz que nos hiciera según esta fórmula.

Simplificando mucho, se puede decir que, de un modo similar al que proponía Bentham, el sistema límbico es algo así como el juez que determina lo que merece ser aprendido y de qué modo ha de ser memorizado dependiendo de las sensaciones placenteras o dolorosas que nos produce cada situación.

Es decir, que del sistema límbico depende el modo en el que se aprende el valor positivo o negativo de cada una de las experiencias que se viven. Pero, además, el modo en el que el sistema límbico influya en nuestra manera de aprender irá teniendo repercusiones en nuestra personalidad.

Algunos ejemplos

Por ejemplo, un ratón que ha pasado por el condicionamiento operante y ha llegado a asociar la acción de mover una palanca con la aparición de comida en un cajón de su jaula, aprende que mover la palanca está bien gracias a las sensaciones placenteras que le produce ver la comida y probarla, es decir, fundamentándose en algo basado en la euforia de descubrir un trozo de queso cuando se tiene hambre y en las sensaciones agradables que produce comerlo.

En los seres humanos, también se puede entender que aquellas situaciones en las que el placer queda más sublimado de manera complejas, como lo que se siente al escuchar un buen recital de poesía, nos enseña que volver a la asociación cultural en la que lo hemos escuchado resulta "útil". El sistema límbico sigue siendo la parte del encéfalo responsable de esto.

Las partes del sistema límbico

Cabe recordar que el sistema límbico no es exactamente una región anatómicamente exacta del encéfalo, sino que es más bien una red de neuronas distribuidas por el cerebro y que quedan mezcladas entre muchas estructuras diferentes. Es decir, que el concepto de sistema límbico tiene más que ver con la función que tienen estas zonas que con su naturaleza como parte concreta y bien delimitada del cerebro.

Sin embargo, sí se pueden señalar partes del encéfalo que tienen un papel de suma importancia dentro de la red de interconexiones que es el sistema límbico y que, por tanto, sirven para hacernos una idea sobre cuáles son las zonas por las que pasa este circuito. Las partes del sistema límbico son las siguientes:

Hipotálamo


Hipotálamo

Una de las zonas del diencéfalo más involucradas en la regulación de las emociones, por su conexión con la glándula pituitaria y por lo tanto con el sistema endocrino y todas las partes del cuerpo en el que se liberan todo tipo de hormonas.

Hipocampo

El hipocampo tiene una función muy importante en los procesos mentales relacionados con la memoria, tanto en la memorización de experiencias e informaciones abstractas como en la recuperación de recuerdos. Los hipocampos están localizados en la cara interior de los lóbulos temporales, muy cerca del tálamo y las amígdalas.

El hipocampo está encuadrado dentro de lo que se conoce como corteza del lóbulo límbico, o arquicorteza, que es una de las partes de la corteza cerebral más antiguas; es decir, que apareció muy pronto en la línea de evolución que ha llevado a la aparición del ser humano.










Amígdala









Las amígdalas cerebrales están situadas al lado de cada hipocampo, y por lo tanto hay una en cada uno de los hemisferios del cerebro. Su papel está relacionado con la respuesta emocional aprendida que despiertan ciertas situaciones, y por lo tanto están involucradas con el aprendizaje emocional, por lo cual tienen un rol en el sistema límbico.

Corteza orbitofrontal

En los límites del sistema límbico se encuentra la corteza orbitofrontal, que es la válvula de salida de las órdenes "emocionales" hacia zonas del lòbulo frontal  encargadas de la planificación y creación de estrategias. Por tanto, tiene un importante papel a la hora de aplacar los "impulsos irracionales" que llegan del sistema límbico y hacer pasar solo parte de estas señales, aquellas que servirán para definir bien los objetivos de las acciones con metas a medio o largo plazo.




¿Es correcto hablar de un "cerebro emocional"?

En la cultura popular existe la idea muy extendida de que el cerebro humano tiene una parte emocional y otra racional. El cerebro emocional, que habríamos heredado de nuestros antepasados más primitivos, sería aquél gracias al cual tenemos emociones, sentimientos e impulsos difíciles de reprimir, mientras que el racional se encargaría del análisis más concienzudo y lógico de las situaciones que vivimos o imaginamos.

Sin embargo, tal y como hemos visto, el sistema límbico está profundamente interconectada con otras áreas del cerebro no directamente identificadas con aquello que conocemos como las emociones, por lo cual la idea de que tenemos un cerebro emocional es, en buena parte, una manera excesivamente imaginativa de entender esta red de conexiones.

Además, hay que tener en cuenta que si hablamos de un cerebro emocional es para contraponer este concepto a la idea de un cerebro racional, que estaría representado por las zonas más superficiales del lóbulo frontal y el parietal. Sin embargo, si en el caso del sistema límbico al menos sabemos que es un conjunto de estructuras bastante antiguas en nuestra línea evolutiva, la idea de que hay en nosotros una parte de nuestro cuerpo hecha para pensar racionalmente con cierta autonomía es directamente una ilusión.

La racionalidad no es innata

Existen antepasados nuestros que vivían tan solo con un sistema límbico y sin capacidad para pensar siguiendo las pautas de lo que entendemos como racionalidad, pero en la historia del ser humano el pensamiento racional es más bien una excepción. No solo no pensamos racionalmente la mayor parte del tiempo, sino que hasta hace unos pocos miles de años la racionalidad no existía y, de hecho, en algunas culturas poco occidentalizadas los adultos tienden a no llegar a la cuarta etapa del desarrollo cognitivo propuesta por Jean Piaget.

Es decir, que aquello que llamamos racionalidad es más un producto de la historia que el fruto de un conjunto de estructuras cerebrales diseñadas para ello. El sistema límbico es, en todo caso una de las regiones del cerebro que permiten la aparición del pensamiento racional, y no al revés.


Alteraciones del sistema límbico

1- Demencia

El sistema límbico está relacionado con las causas de enfermedades neurodegenerativas, particularmente la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Pick. Se encuentra atrofia marcada en el sistema límbico, en particular en el hipocampo. En la enfermedad de Alzheimer, se encuentran placas seniles y ovillos neurofibrilares dispersos.

2- Ansiedad

Los trastornos de ansiedad son el resultado de anomalías a la hora de regular la actividad de la amígdala. Se ha descrito extensamente el circuito del miedo, el cual incluye la amígdala, la corteza prefrontal y la corteza circulada anterior.

3- Epilepsia

Epilepsia como consecuencia de una alteración en el sistema límbico. La epilepsia del lóbulo temporal es la más común en adultos y sucede por esclerosis en el hipocampo. Parece que este tipo de epilepsia se debe a una disfunción a nivel del sistema límbico.

4- Trastornos afectivos

Hay estudios que muestran variación en el volumen del sistema límbico en trastornos afectivos como  el trastorno bipolar y  la depresión. Estudios funcionales han revelado actividad menor en la corteza prefrontal y la corteza cingulada anterior en los trastornos afectivos. El cingulado anterior es el centro para la integración atencional y emocional, e interviene en el control de las emociones.

5- Autismo

El Autismo y el síndrome de Asperger son trastornos que conlleva una alteración en aspectos sociales. Estructuras del sistema límbico, como el giro cingulado y la amígdala, están alteradas en estas enfermedades.

Referencias bibliográficas:

  • Herculano-Houzel, S. (2009). The Human Brain in Numbers: A Linearly Scaled-up Primate Brain. Hum Neurosci.
  • Maton, Anthea; Jean Hopkins; Charles William McLaughlin; Susan Johnson; Maryanna Quon Warner; David LaHart; Jill D. Wright (1993). Human Biology and Health. Englewood Cliffs, New Jersey, USA: Prentice Hall.
  • Rosenberger, Peter B. MD; Adams, Heather R. PhD. Big Brain/Smart Brain. 17 de diciembre de 2011.








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